En pleno centro geográfico del pueblo, donde se encuentran los cascos antiguos y nuevos de Frigiliana, está ubicado el Restaurante- Bar Virtudes.
Este establecimiento, fue inaugurado en los años treinta del siglo pasado por María Lorenzo Moreno que, saltándose todos los prejuicios machistas de la época, empezó a servir vinos y aguardientes para sacar adelante a su numerosa prole. Desde entonces ha estado abierto el negocio, con la única interrupción en un momento de tal crisis que todo lo que se vendía era “fiado”, por lo que hubo que cerrarlo durante un tiempo.
Después de la fundadora, el bar pasó a manos de su hija Virtudes, de quien cogió el nombre. En 1984 Dolores Retamero se convierte en la tercera generación en hacerse cargo del negocio junto a su marido Antonio Navas. En esta época lo transforman ya en Café-Bar.
Fue a principios de este siglo cuando Dolores deja el local en manos de sus hijos, Francisco, Jorge y Antonio quienes lo transforman en el restaurante-bar, con una gran terraza, que es hoy.
Aquel bar que abrió una mujer valiente por necesidad, después de casi 90 años del esfuerzo de 4 generaciones, es hoy un negocio que en temporada alta da trabajo a cerca de veinte personas, lo que en ese aspecto lo convierten en una de las empresas privadas líderes de Frigiliana.
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